Qué esperar si vas a terapia
Cuando se toma la decisión de visitar una consulta psicológica, muchas veces no sabemos qué esperar, qué se hace en la consulta, o qué deberíamos tener en cuenta.
Lo primero de todo, nos cuesta saber si lo que nos ocurre requiere realmente ir a terapia. Por lo tanto: ¿cómo saber si necesitamos ir a terapia? Si te sientes de forma extraña, no eres feliz o no estás satisfechx 100% con tu vida, si sientes que no eres tú mismx desde hace algún tiempo, o tienes la sensación de haberte atascado y no avanzar o mejorar por tí mismx. Estas son las sensaciones más comunes que hacen dudar sobre si ir o no al psicólogo. Si te ves reflejadx en algunas de estas situaciones, deberías acudir a terapia. Por supuesto, existen otros motivos, como dolor intenso, tristeza, preocupaciones que nos dificultan continuar con nuestra vida... Seguramente pienses que todo el mundo se siente así en algún momento, y tienes razón. Y es que todo el mundo debería ir en algún momento a terapia. Mucho mejor si vamos cuando llevamos algunos meses en esta situación que si se ha cronificado o empeorado mucho.
Lo segundo a tener en cuenta: ¿qué tipo de profesional necesito? Actualmente los y las psicólogxs nos especializamos bastante, y lo mejor es ir a un especialista en nuestra problemática, igual que vas al dermatólogx para que eche un vistazo a ese lunar. Sin embargo, todos los psicologxs estamos preparado para trabajar procesos clínicos, porque hacemos un máster sanitario o una especialización PIR clínica, que nos habilita para tratar la salud mental en general. Eso sí, asegúrate de que la persona que te atiende está graduada en psicología, ya que actualmente hay personas que imparten terapia sin el título. Para asegurarte que recibes la mayor calidad posible, el psicólogo es la mejor opción. También es importante que la persona que te atiende esté colegiada en el Colegio Oficial de Psicólogos y tenga seguro de responsabilidad civil, por lo que pueda pasar.
Otro tema importante es saber cuál es la corriente psicológica que sigue el profesional que nos atiende. Actualmente, todas las personas que estudian psicología obtienen de base la formación cognitivo-conductual, que es la corriente con mayor aval científico. Sin, embargo, esta corriente olvida un poco el proceso emocional y corporal, que también es importantísimo en el proceso terapéutico y en la vivencia humana. Por eso, existe la corriente Gestáltica, más enfocada en el tratamiento de la emoción, la rama del psicodrama, que presta más atención al cuerpo, la terapia sistémica, que se centra en el núcleo familiar y cómo nos relacionamos socialmente, y por último el psicoanálisis, enfocada en el inconsciente. Normalmente los profesionales de la psicología suelen enfocarse más hacia una o dos de estas corrientes. Cuando no se sigue una única rama y se va adaptando al paciente, según lo que necesita o según la corriente a la que el paciente responde mejor, se le llama corriente integrativa. Normalmente lxs psicólogxs que seguimos (en la que me incluyo) la terapia integrativa, nos hemos formado en varias de estas corrientes y trabajamos de forma flexible y adaptada a la persona.
Independientemente de la corriente, lo recomendable es que el profesional esté especializado en la corriente cognitivo-conductual (recordamos, que es la básica y necesaria) y alguna de las otras que existen, para tener una visión más global de la psicoterapia.
Una cuestión que preocupa mucho a las personas que acuden a terapia es cuánto tiempo va a durar la terapia. Y la respuesta debería ser siempre la palabra estrella de lxs psicólogxs: DEPENDE. Y, ¿por qué depende? Porque cada persona es un caso diferente y se hace una terapia personalizada a cada una. El ritmo del avance, aunque cueste creerlo, lo marca el paciente, no el terapeuta. Es importante que no se meta prisa a la persona para hacer sus propias conclusiones y cambios necesarios, porque el terapeuta debe facilitar y acompañar, pero nunca empujar. Las defensas al cambio son muy potentes cuando se acude a terapia, por mucho que se quiera cambiar o se tenga claro lo que se necesita para cambiar. Se activan de forma incosciente, y cuanto más se apriete a la persona para avanzar en ese sentido, más se defiende y más se ralentiza todo.
En ocasiones el proceso terapéutico se entiende como encontrar respuestas planteando preguntas al terapeuta. Sin embargo, nuestro trabajo es facilitar la búsqueda en vosotrxs mismxs. Os acompañamos en esa mirada hacia dentro, ayudando a integrar lo que solxs no podéis.
A veces ese darse cuenta puede dar miedo, incluso ser doloroso. Y es que el proceso tiene esos altibajos, esas luces y sombras. ¡Pero los resultados a largo plazo, merecen cada esfuerzo!
Y por último, ¿cuál es la frecuencia recomendada de las sesiones y cuánto cuesta cada una?
Aquí en cuanto a precio os voy a hablar de las tarifas existentes en la COMUNIDAD DE MADRID, que están en torno a 50 o 60€ cada sesión, que dependiendo del centro es de 50 o 60 minutos (esto no quiere decir que las sesiones de 50 minutos cuesten 50€ y las de 60 minutos 60€, entendedme, es el centro o el terapeuta el que determina precio y duración de las sesiones). Estos son precios y tiempos estimados, los más comunes, pero puede variar mucho según la experiencia del terapeuta y localización de la consulta.
En cuanto a la frecuencia, lo más común y efectivo es hacer una sesión a la semana. Esto depende también de la gravedad en la que se encuentre la persona que necesita terapia. A medida que se mejora también se van espaciando las sesiones para garantizar la autonomía de la persona. Aquí lo que es importante es confiar en lo que el profesional recomienda, pero si veis que es demasiado para vosotrxs, por el motivo que sea, comentadlo con la persona que lleva vuestro proceso, sentíos libres de comunicar si os sentís cómodxs o no con lo que ocurre en las sesiones y con los términos de las mismas.
Este es un poco el resumen de las preguntas más frecuentes que se hacen las personas antes de venir a terapia. Si se os ocurre alguna otra, no dudes en añadir un comentario, o poneros en contacto conmigo. Os responderé encantada.
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